En ciertos casos, los comportamientos de compra de los clientes no tienen relación demográfica. Entonces se necesita apelar a ciertas teorías del comportamientos del cliente para definir los segmentos del mercado, teniendo en cuenta la personalidad, los estilos de percepción, las actitudes hacia sí mismo, hacia la familia o hacia la sociedad, el hecho de integrar un grupo de pertenencia, los roles sociales que se asumen, etc.