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La gestión conjunta implica cambiar la forma en que se ejecutan los procesos de negocio y por ende la forma en que se comparte la información. Es conveniente entonces, establecer relaciones de negocio entre empresas con el objetivo de mejorar los beneficios y reducir los costos. Esto último, se puede lograr a través de la definición y la ejecución de procesos de negocio colaborativos. De los modelos propuestos para implementar relaciones de colaboración entre empresas de producción, el Modelo de Colaboración Socio a Socio [1][2][3] es el que mejor se adapta. El mismo se compone de tres niveles: Consenso a nivel de Planificación Agregada de la Producción, Consenso a nivel de Scheduling Maestro de Producción, y Consenso respecto de un Cronograma de Órdenes de Provisión de Material. El objetivo de las empresas es ejecutar un proceso de negocio colaborativo, desde la Planificación Agregada de la Producción hasta el despacho de las Órdenes de provisión, sin perder su autonomía y privacidad. Las actividades que cada empresa debe ejecutar y la información y los mensajes ha intercambiar dependen del nivel de planificación que se esté ejecutando. La gestión de las relaciones de colaboración implica administrar dos tipos de proceso de negocio: procesos que son propios de cada empresa llamados procesos de negocio privados o internos, y los procesos que son ejecutados conjuntamente, llamados procesos de negocio públicos o colaborativos. Los procesos públicos deben ser acordados entre las partes, y deben ser conjuntamente definidos, ejecutados, monitoreados y controlados. A diferencia de los procesos públicos, los procesos privados son definidos, ejecutados, monitoreados y controlados por cada empresa en forma autónoma. Un proceso público está definido por actividades abstractas que son en realidad implementadas por procesos de negocio de interfaz y procesos de negocio de integración, como puede verse en la Figura 1. Un Proceso de Negocio de Interfaz describe el rol que una empresa desempeña en un proceso colaborativo, y de esta manera define el comportamiento público de la empresa en términos de las actividades que dan soporte al envío y recepción de Documentos de Negocio Electrónico (DNE). Los DNE se envían como parte de los mensajes intercambiados. Un Proceso de Negocio de Integración describe los aspectos privados y la lógica de negocio interna requerida para procesar la información a enviar y a recibir. Un requerimiento importante a tener en cuenta es que el comportamiento de los procesos de interfaz e integración de cada empresa tienen que estar alineados y ser consistentes con el comportamiento definido en los procesos colaborativos. ![]() Figura 1: Procesos de Negocio involucrados en un Modelo de Negocio Socio a Socio. Los DNE son estructuras de datos que se utilizan para intercambiar información entre los socios. Considerando que cada empresa podría usar diferentes términos y estructuras de metadatos para representar sus datos privados, aún cuando pertenezcan al mismo dominio de interés, es necesario definir la semántica de la información intercambiada en un DNE para alcanzar una real comunicación [4][5]. Para definir la semántica de la información se propone el uso de ontologías. Existen tres tipos de ontologías: la ontología DNE que pertenece al contexto del proceso de colaboración y representa la semántica de la información compartida a traducir entre los socios, la ontología privada que pertenece al contexto de los diferentes departamentos y representa la semántica de la información privada de cada empresa, y la ontología de interfaz que pertenece al contexto de cada empresa y cuyo objetivo es reducir la brecha entre los distintos significados y representaciones de las mismas entidades en la ontología DNE y privada. Por lo tanto, en este escenario surge el problema de cómo traducir las instancias entre ontologías de forma precisa. Cuando uno de los socios recibe un DNE, el proceso de negocio de integración tiene que ser capaz de traducir la información contenida en el DNE a los procesos internos, de acuerdo con la semántica de los correspondientes departamentos de la empresa. Luego, cuando el socio tiene que enviar un DNE, el mismo proceso de negocio de integración tiene que poblar la ontología DNE con la información generada por los distintos departamentos de la empresa, de acuerdo a la semántica acordada entre las partes (proceso inverso). Dado que las ontologías privadas son utilizadas con un propósito diferente al de traducción de información, es necesario entonces recurrir al uso de las denominadas ontologías de interfaz. Es importante entonces que cada socio defina un proceso de traducción que implemente reglas de conversión considerando diferentes ontologías pertenecientes a diferentes contextos. Para poder definir un conjunto apropiado de reglas de conversión que permitan traducir instancias entre ontologías de diferentes contextos, se deben seguir los siguientes pasos: 1. Identificar, caracterizar y establecer correspondencias entre las entidades representadas en las ontologías. 2. Definir reglas de conversión para la traducción de las instancias de una ontología en otra. 3. Validar las reglas de conversión definidas antes. El primer paso es conocido como proceso de matching [6]. Las reglas de conversión (CR) son generadas a partir del conjunto de correspondencias que genera el proceso de matching, conocido como alineación (A). La fase de matching, la generación de las reglas de conversión y su validación, son ejecutadas en tiempo de diseño. Mientras que la implementación de las reglas de conversión válidas (VCR) es automáticamente llevada a cabo en tiempo de ejecución. [7] El proceso de diseño de las reglas de conversión es ejecutado entre la ontología del DNE y la ontología de interfaz, obteniendo un conjunto de reglas de conversión válidas que traducen las instancias entre estas ontologías. ![]() Fuentes: [1] Villarreal, P.; Caliusco, Ma. L.; Zucchini, D.; Arredondo, F.; Zanel, C.; Galli, Ma. R.; Chiotti, O.: Chapter 6: Integrated Production Planning And Control In A Collaborative Partner-To-Partner Relationship. Libro: Managing E-business in the 21st century. Editor: Sushil Sharma and Jatinder Gupta. Heidelberg Press (Australia). pp 91-110. 2003. [2] Villarreal P., Caliusco Ma. L., Galli M. R., Salomone H. and Chiotti O.: Decentralized Process Management for Inter-Enterprise Collaboration. In: Sahay, B.S. (ed.): Emerging Issues in Supply Chain Management. Macmillan, India, pp. 293–310. 2004. [3]Caliusco, Ma. L., Villarreal, P., Arredondo, F., Zanel, C., Zucchini, D., Chiotti, O., Galli Ma. R.: Decentralized Management Model Of A Partner-To-Partner Collaborative Relationship.2nd World POM Conference on POM and 15th annual POM Conference. Cancún, México. 2004. [4]Caliusco M. L., Galli M. R. and Chiotti O.: Ontology role in B2B Relationships. XXIX Conferencia Latinoamericana de Informática (CLEI 2003) La Paz, Bolivia. 2003. [5]Kinny D., Georgeff M. y Rao A.: A design methodology for BDI agent systems. Technical Report 54, Australian Artificial Intelligence Institute, Melbourne, Australia. 1995. [6]Euzenat, J., Shvaiko P.: Ontology matching. Springer-Verlag, London. 2007. [7]Rico, M.; Taverna, M. L.; Caliusco, M. L.; Chiotti, O.; Galli, M. R.: Adding Semantics to Electronic Business Documents Exchanged in Collaborative Commerce Relations. Journal of Theoretical and Applied Electronic Commerce Research. ISSN 0718–1876 Electronic Version. VOL 4 ISSUE 1, pp. 1-15. 2009.
Tema: Inteligencia Artificial
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Publicado el 9/07/2018. |