Locución latina. Animo de replicar, de redargüir. En las injurias, cuando el ofendido primero* contesta de manera similar, su actitud se justifica como defensa, como natural desahogo, si guarda proporción. A veces, sin valorar toda la responsabilidad que al provocador o iniciador cabe, los tribunales se apresuran a absolver a ambas partes en las injurias recíprocas (v.e.v.).