Locución latina. Ánimo de poseer en nombre de otro. Es una de las manejas legales de adquirir la posesión. El Cód. Civ. esp. se refiere a ella al admitir que cabe obtener la posesión por medio de representante y de mandatario, e incluso por un tercero sin mandato alguno; en cuyo caso no se entiende adquirida la posesión hasta que la ratifique aquel en cuyo nombre se haya verificado (art. 439).