Locución francesa. Literalmente, «ante Dios y ante los hombres». Tal es la fórmula con la cual comienza, el presidente del jurado francés, la lectura del veredicto ante el tribunal que ha de pronunciar la sentencia.
Locución francesa. Literalmente, «ante Dios y ante los hombres». Tal es la fórmula con la cual comienza, el presidente del jurado francés, la lectura del veredicto ante el tribunal que ha de pronunciar la sentencia.