Locución latina. cuyo significado es: El Fisco después que todos. La frase se aplica en las sucesiones ab intestato o vacantes para indicar que, a falta de todo sucesor, hereda el Estado.
El aforismo es muy discutible desde otros puntos de vista; ya que el Fisco o el Estado, por razón de los impuestos sucesorios, hereda siempre, o participa de la herencia (que es lo mismo), en todo caso y con preferencia absoluta.