m. Organización obrera por medio del sindicato.
  sustantivo masculino ( m.)   Sociología (Sociol.)   Sistema  de  organización  de  la  clase  obrera  fundamentado  en  la  defensa  de  sus  intereses  económicos  y  sociales. ¤    SINDICALISTA .
     
 *  Historia (Hist.)   El  sindicalismo  es  una  de  las  consecuencias  de  los  cambios  a  que  dio  lugar  la  Revolución  Industrial  en  el  s. XIX,  y  síntesis  de  la  teoría  y  la  práctica  del  mov. obrero  organizado  en  sindicatos. El  precedente  más  imp. fue  el  mov. cartista  británico, ca ( brit.) ,  y  las  tesis  asociacionistas  de  R. Owen. el sindicalismo  y  se  constituyó  la  primera  organización  sindicalista  con  un  proyecto  global  hacia  el  trabajo  y  la  estructuración  de  la  sociedad. Desde  este  primer  complejo  teórico  y  organizativo  quedaron  de  manifiesto  dos  modelos  de  acción  en  el  mundo  del  trabajo:  el  libertario  (bakuninistas),  que  hacia  del  sindicalismo  la  forma  exclusiva  para  la  acción  del  mov. obrero;  y  el  autoritario  (marxistas),  que  propugnaba  la  dirección  de  aquella  acción  para  los  partidos  políticos  obreristas. En  el  transcurso  de  un  siglo  se  han  experimentado  ambos  modelos  e  infinitas  variaciones  (la  desaparecida  URSS,  España,  Gran  Bretaña,  EEUU,  etc. ). Con  el  posterior  desarrollo  de  nuevos  modelos  productivos,  las  modificaciones  sociopolíticas  y  geopolíticas  del  mundo  después  de  la  II  Guerra  Mundial,  el  papel  de  los  sindicatos  se  ha  modificado;  menos  internacionalistas  y  más  gremialistas,  paulatinamente  han  asumido  nuevas  funciones  en  las  economías  de  escala  y  sobre  todo  en  las  políticas  de  concertacin. n la  década  de  1860  se  da  el  mayor  paso  en  la  definición  de  los  objetivos  d. 
sindicalismo en el Derecho Usual
 Tendencia y régimen de organización de los trabajadores a través de los sindicatos. II Predominio de éstos en las relaciones laborales o en la vida del Estado.  | | Actuación vigorosa, y en ocasiones violentísima, de las organizaciones obreras en la lucha de clases.    Doctrina que apoya en el sindicato el futuro régimen social.
El sindicalismo integra un movimiento amplísimo, basado en los sindicatos, estructura primaria que señala el fundamento de la organización laboral. El sindicalismo, gestado en gran parte por autores franceses, constituye un sistema doctrinal, político o ideológico. Su desenvolvimiento se inicia o final <3.1 siglo xix; sus postulados difieren conforme a la distinta táctica que se emplee, de diversos matices, desde los moderados a los revolucionarios.
Han pasado de moda los ataques dirigidos contra el sindicalismo. La discusión, en esta materia, no se produce, por cuanto las viejas doctrinas, como anticuadas, apenas interesan hoy. Quienes ven en el sindicalismo revolucionario (v.e.v.), que constituía el terror de los hombres de orden de la segunda década del siglo xx, como una amenaza, son tan contados, que casi no merecen se les preste atención. Por otra parte, el sindicalismo como doctrina política parece haber sido rebasado, por la razón de que en el presente constituye axioma la libertad de asociación, aun mediatizada de hecho en algunos países. Junto a tal criterio, pocos son los que consideran el sindicato como medio de lucha para la conquista de posiciones políticas; la mayoría los considera cual factor para obtener las mejoras necesarias correspondientes a los intereses profesionales.
Problema que agita poderosamente a ciertos sectores de opinión, aun careciendo en gran parte de sentido, es el del sindicalismo político o apolítico. Se afirma que si el sindicato no se encuentra dentro del Estado, estará necesariamente frente al mismo. Tal tesis parece inexacta. El sindicato apolítico debe estar ineludiblemente fuera de la órbita estatal, pero no frente al Estado. En cambio, el sindicato político se encuentra, forzosamente, dentro o enfrente del Estado.
El sindicalismo de Estado convierte, de manera obligatoria, a las asociaciones profesionales en organismos políticos; pues no en vano los gobiernos, cualquiera sea su matiz característico, representan una política determinada; y aunque se sostenga que todo gobierno es nacional, los hombres que lo integran actúan como productos de coaliciones políticas, que imprimen a su obra el sello que las mismas poseen. De ahí que el sindicalismo nacional represente un sindicalismo político, aunque sea dentro del Estado y colaborando con sus fines.
El sindicalismo político, hasta siendo nacional, puede encontrarse frente al Estado; puesto que pretende, con el empleo de la fuerza que los organismos dan a sus miembros, la conquista del poder, para el logro de sus fines. Es ése el sindicalismo revolucionarío, contra el cual no se ha luchado más que., utilizando su misma fuerza; pero dentro de la organización política, para convertir un sindicalismo frente al Estado en un sindicalismo de Estada, en que remedio y enfermedad obligan a elección difícil.
Posada, con su habitual palabra serena, centra la cuestión al decir: "El problema fundamental del Estado, frente a las corrientes diversas del sindicalismo, estriba en hallarles cauce, en elaborar un amplio orden jurídico que facilite su incorporación al régimen político. En suma, estriba en lograr su propia transformación en consonancia con las reales y positivas transformaciones que las necesidades nuevas de la vida, o las nuevas formas de sentirlas, imponen a las sociedades contemporáneas**, (v. COOPERATIVISMO, CORPORATIVISMO; DERECHO y LIBERTAD DE ASOCIACIÓN.)