Voz lat. Promesa. En el primitivo Derecho romano, el contrato oral de estipulación, privativo de los ciudadanos, origen de una obligación, a cargo de un deudor único o de varios, y de sus fiadores. El diálogo era el siguiente:
£1 acreedor preguntaba: «Spondesme… (¿Me prometes… ?) A lo cual contestaba el deudor: «Spondeo». (Prometo o Lo prometo.) De haber garantes, el acreedor interrogaba de nuevo: «Spondesme ídem?». (¿Me prometes lo mismo?); y a ello respondía el fiador con la misma palabra que el deudor para obligarse.
«Sponsio» significaba también la promesa o voto solemne que se hacía a los dioses o seres sobrenaturales, de cumplirse o lograrse el deseo formulado condicionalmente. Aun siendo promesa unilateral, se entendía obligatoria por el carácter religioso, (v. PROMESA y sus clases.)