Psicológicamente, la experiencia, intuición, memoria o conciencia de que todos los fenómenos conscientes nuestros pertenecen a un solo individuo, a pesar de los cambios y a lo largo de los tiempos; .sin sentirse muerto por los olvidos del ayer, ni distinto por las rectificaciones de conducta o pensamiento.
Con audacia extrema, algunos psicólogos y filósofos desconocen la unidad del yo, a través de casos complejos de amnesia o de transformación de la personalidad, en que el individuo no recuerda su pasado, extraño para él mismo, o repudiado con acritud y asombro. No obstante, el necesario confinamiento del alma o de la conciencia en un cuerpo (uno, pese a todos los cambios desde la fecundación del óvulo a la muerte) permite la responsabilidad, ya que el sujeto que sufre las consecuencias civiles o penales es el mismo yo que las cometió; y la propiedad y los derechos de que es titular la persona vacilarían si hubiere de someterse su permanencia a una periódica o excepcional revisión, por dudarse de la identidad de uno consigo mismo.