Loc. lat. Usurpación o —mejor aún—- interrupción durante tres noches. Según esta práctica de la antigua Roma, a fin de que la casada por "usus" (v.e.v.) no quedara en la "manus" (v.e.v.), o potestad marital plena, la mujer abandonada cada año tres noches consecutivas el hogar conyugal; y de esa manera se interrumpía la adquisición de la potestad por el marido.