Se decía de una moneda de plata española de 5 pesetas (un duro) que originó una de las más notables y curiosas «falsificaciones» de dinero; al punto de haber logrado curso incluso en entidades bancarias, pese a la facilidad de identificarlos pot cierto defecto en la cifra 5. Estas monedas tenían mejor aleación de plata, del metal fino, que las oficiales.
Ello planteaba la cuestión de su puni- bilidad, ya que el Cód.
Pen. sólo hablaba del que falsificare moneda de igual o menor valor que la legitima (arts. 287 y 288 del Cód. Pen 1932 que se limitaba a variar las penas de los aplicables arts. 294 y 296 del cód. de 1870). Por el contrario, con mayor severidad, el texto de 1944 prescinde de la comparación de valores y metales en sus arts. 283 y ss.